En las comunidades de vecinos, es habitual encontrar espacios que están diseñados para cumplir funciones específicas, como son los garajes y los trasteros. Estos espacios son una solución para el aparcamiento de vehículos y el almacenamiento de objetos.
Los garajes en una comunidad de vecinos son áreas destinadas al aparcamiento de vehículos, como coches o motocicletas. Pueden estar situados en zonas subterráneas, a nivel del suelo o incluso en zonas exteriores reservadas dentro del recinto de la comunidad.
Plazas de garaje en una comunidad de vecinos
Las plazas de garaje pueden ser de propiedad individual, o bien, pueden formar parte de un espacio común de uso compartido entre los vecinos. El acceso a estas plazas suele estar regulado por normas internas de la comunidad, que determinan cómo se deben utilizar, las reglas para el estacionamiento, las medidas de seguridad que se deben seguir, etc.
Las comunidades de vecinos suelen establecer normas sobre el mantenimiento de los garajes, que pueden incluir la limpieza, seguridad, etc. Estas normas son esenciales para asegurar que el garaje cumpla su función de manera segura y eficiente.
Por otro lado, los trasteros son espacios dedicados al almacenamiento de objetos que los residentes no necesitan tener a mano en su vivienda. Por ejemplo, bicicletas, herramientas, etc. Normalmente, estos trasteros están ubicados en zonas menos accesibles del edificio, como sótanos, áticos o plantas bajas.
Garajes y trasteros como propiedad privada
Al igual que los garajes, los trasteros pueden ser de propiedad privada, donde cada vecino tiene un trastero asignado de forma exclusiva, o compartidos, en cuyo caso se establecen turnos o reglas para su uso. Los trasteros son muy útiles en viviendas con poco espacio de almacenamiento, permitiendo a los vecinos liberar espacio en sus hogares y mantener sus viviendas más ordenadas.
Las normativas de la comunidad también suelen regular el uso de los trasteros. Por ejemplo, se pueden establecer restricciones sobre qué tipos de materiales se pueden almacenar, prohibiendo, por ejemplo, sustancias inflamables o peligrosas para evitar riesgos. Además, el acceso a los trasteros suele estar controlado para garantizar la seguridad de los objetos almacenados.
En ocasiones, los garajes y trasteros en las comunidades de vecinos son utilizados de manera inadecuada, lo que puede generar conflictos entre vecinos, problemas de seguridad, y deterioro de las instalaciones. A continuación, te contamos algunos de los usos inadecuados más habituales. ¡Sigue leyendo!
Usos inadecuados en garajes
- Almacenamiento de objetos: Aunque los garajes están diseñados para el aparcamiento de vehículos, a veces se utilizan para almacenar objetos como muebles, herramientas, materiales de construcción, etc. Esto puede obstruir el paso, reducir el espacio disponible para otros vehículos, y generar desorden.
- Actividades no permitidas: Algunos vecinos usan el garaje para realizar actividades no permitidas, como reparaciones mecánicas, trabajos de carpintería o bricolaje que generan ruido y polvo. Estas actividades pueden molestar a otros vecinos y representar un riesgo de seguridad.
- Materiales peligrosos: Almacenar determinados materiales puede ser especialmente peligroso. Por ejemplo, materiales inflamables, productos químicos, o combustibles. Esto puede suponer un riesgo de incendio o explosión. Además de estar prohibido por las normas de seguridad.
- Estacionamiento de vehículos no permitidos: Estacionar vehículos no autorizados, como camiones, remolques o caravanas, en plazas de garaje destinadas a coches personales puede generar conflictos y ocupar un espacio innecesario.
Estos son solo algunos de los usos inadecuados más comunes en garajes de comunidades de vecinos. En Nova Fincas te ayudamos a solucionar este y otros problemas que puedan surgir en tu comunidad. ¡Solicita información y presupuesto sin compromiso!